Los cuatro arquetipos del hombre maduro: Introducción
Fuente: Art Of Manliness
Por Brett
Publicado el 2 de Junio de 2015.
Traducido por Carlos Chocontá
El propósito de El Arte de la Masculinidad es ayudar a hombres a convertirse en mejores hombres. Para ese fin, exploramos continuamente algunos de los problemas específicos del hombre actual y sugerimos acciones a tomar para superar esos problemas. Un problema que se discute regularmente es el malestar del hombre moderno. Tal vez lo has experimentado: me siento inquieto y sin propósito. Me falta confianza en mi mismo como hombre. Puedo tener 20, 30 o 40 años, pero no siento que me he hecho hombre.
Hace unas semanas, hicimos la serie llamada "Los cinco cambios a la hombría". En ella, creamos un escenario en que en cada hombre hay "interruptores" psicológicos que deben encenderse si un hombre quiere activar su propia energía masculina primordial. Los interruptores tratan de cómo energizar el Hombre Salvaje en mí y superar los sentimientos de estancamiento y malestar masculino que muchos hombres experimentan actualmente.
Otra forma de abordar la cura del malestar del hombre moderno viene del libro Rey, Guerrero, Mago, Amante: Redescubriendo los arquetipos del Varón Maduro, por el psicólogo Robert Moore y el mitólogo Douglas Gillette. Moore argumenta que la masculinidad se compone de cuatro energías masculinas arquetípicas, las cuales tienen diferentes propósitos. Todo hombre, nacido en los Estados Unidos o en África, nace con estas energías arquetípicas. Los autores argumentan que, para convertirse en un hombre completo, un hombre debe trabajar en el desarrollo de los cuatro arquetipos. El resultado de esforzarse en llegar a ser un hombre completo es un sentimiento de confianza y propósito viril.
Rey, Guerrero, Mago, Amante fue publicado originalmente en 1990, y ha tenido gran influencia en la masculinidad en Norte América. Junto con el libro de Robert Bly 'Iron John: Un libro sobre hombres', dio un empujón al movimiento mitopoético de hombres al principio de los años 90. Durante esa época, muchos hombres en Norte América empezaron a asistir a grupos de hombres y retiros de fin de semana donde harían parte de rituales de iniciación y discutir mitos antiguos para obtener revelaciones personales acerca de lo que significa ser un hombre. Aun se puede ver la influencia de Rey, Guerrero, Mago, Amante en libros como Salvaje de Corazón o retiros de fin de semana para hombres como The ManKind Project.
Algunas de las ideas en Rey, Guerrero, Mago, Amante son del tipo de hombre sensible, de cabello largo, de la nueva era, sentado en un círculo de tambores en un bosque. Personalmente, ese clase de enfoque no me interesa como hombre. Conozco muchos hombres que reciben mucho de algo así. A cada cual lo suyo. Aun así, siento que me beneficié mucho por leer el libro y poner en práctica algunas de las ideas de Moore y Gillette.
En las siguientes entregas, profundizaremos en los cuatro arquetipos de Rey, Guerrero, Mago, Amante. Exploraremos lo que son y como acceder a ellos en el viaje a convertirse en un hombre mejor.
Una breve cartilla en Psicología junguiana
El psicólogo Carl Jung
Al igual que gran parte de la literatura del movimiento de hombres mitopoéticos, Rey, Guerrero, Mago, Amante se basa en la psicología de Carl Jung, sobre todo en su idea de los arquetipos psicológicos. Para entender los cuatro arquetipos de la masculinidad, es útil entender un poco acerca de la psicología de Jung. Podría dedicar una publicación entera a la psicología de Jung, pero seré breve
Carl Jung fue uno de los primeros y más influyentes psicólogos modernos. Alguna vez has tomado una de esas pruebas Myers-Briggs? Aquellos fueron inspirados por la idea de Jung de personalidades extrovertidas e introvertidas. ¿Alguna vez has oído hablar sobre el "inconsciente colectivo?" Eso también es de Jung.
De 1907 a 1913, Jung trabajó de cerca y estudió con el Padre de la psicología moderna, Sigmund Freud. Aunque los dos compartieron muchas de las mismas ideas sobre la mente humana, que tenían sus diferencias. Jung estuvo de acuerdo con la teoría de la mente inconsciente de Freud, pero pensó que la opinión de Freud era demasiado negativa e incompleta. Freud se centró en el inconsciente como el lugar en el que la gente albergaba y reprimen las emociones negativas y pensamientos desviados. Jung estuvo de acuerdo en que las emociones negativas fueran reprimidos en el inconsciente, pero sentía que las experiencias, pensamientos y emociones positivas, podrían encontrarse en el inconsciente también.
Jung también divergía de la teoría del inconsciente de Freud con el argumento de que había una segunda mente inconsciente, aún más profunda, que existe en todos los seres humanos. Jung llamó el primer nivel del inconsciente (que Freud también nombró) el "inconsciente personal." El inconsciente personal era creado por experiencia personal.
Jung llamó el "inconsciente colectivo" al segundo nivel de la mente inconsciente. Según Jung, el inconsciente colectivo se compone de patrones de pensamiento instintivos y universales que los humanos desarrollaron durante miles de años de evolución. Jung llamó "arquetipos" a estos modelos primordiales de comportamiento. Para Jung, los arquetipos son la base de toda experiencia personal. No importa si se es un sofisticado hombre de negocios que vive en un rascacielos en Manhattan o un campesino que vive en una choza en África; Jung diría que no importa quién sea, yo tengo los mismos comportamientos arquetípicos incrustados dentro de mi.
Jung creía que estos arquetipos de comportamiento humano llegaron a la superficie de la mente consciente a través de símbolos, rituales y mitos. Sostuvo que estos patrones arquetípicos explican por qué vemos motivos y símbolos similares en los rituales y las historias míticas entre culturas. Por ejemplo, la figura del dios muerto y resurrecto se puede encontrar en las historias y mitos de los antiguos griegos, antiguos sumerios, cristianos y nativos americanos.
La creencia de Jung de que el inconsciente colectivo se refleja a través de símbolos y rituales probablemente también explica su fascinación por lo místico y esotérico. Él era un estudiante serio de campos como la alquimia, la astrología, la interpretación de los sueños, y el tarot, aunque no para tener la capacidad de leer el futuro o para convertir el plomo en oro. Más bien, él exploró estas tradiciones esotéricas porque creía que podría ayudar a las personas a aprovechar el inconsciente colectivo y a explorar los comportamientos arquetípicos que residían dentro.
Antes de continuar, vamos a ser claros en algo: los arquetipos no son tipos de personalidad. Jung no creía que se podía clasificar a una persona como un arquetipo específico. Un hombre no puede tomar una prueba para decirle que el es una "sombra". Más bien, los arquetipos son simplemente patrones de comportamiento y pensamiento, o "energías" que se pueden encontrar en todas las personas en diversos grados.
Los cuatro arquetipos del varón maduro: Rey, Guerrero, Mago, Amante
El psicólogo Robert Moore tomó el concepto de los arquetipos de Jung y lo utilizó para crear un marco que explica el desarrollo de la masculinidad madura e integral en los hombres. Moore argumentó que los problemas que vemos en los hombres de hoy - la violencia, el estancamiento, el distanciamiento- son un resultado de que los hombres modernos no exploren adecuadamente o que no estén en contacto con los arquetipos primarios masculinos que residen en ellos. Al igual que Jung, Moore cree que los hombres y las mujeres poseen patrones arquetípicos tanto femeninos y masculinos-estos son el ánima (femenino) y el animus (masculino).
El problema con los hombres modernos es que la sociedad occidental suprime el animus o arquetipo masculino en ellos y en su lugar alienta a los hombres a entrar en contacto con su "lado más suave" o de su ánima. Moore diría que no hay nada malo con que los hombres desarrollen esas conductas más femeninas, más suaves. De hecho, él lo alentaría. Sólo surgiría un problema cuando el desarrollo de lo femenino se produce a expensas de lo masculino.
Según Moore, la psicología masculina se compone de cuatro grandes arquetipos: el Rey, el Guerrero, el Mago y el Amante. Para que un hombre logre energía y fuerza masculina madura, el debe estar en contacto con los cuatro arquetipos.
La estructura de los Arquetipos
Moore sostiene que cada arquetipo masculino consta de tres partes: la plena y más alta expresión del arquetipo y dos sombras disfuncionales bipolares del arquetipo. Para entender mejor esto, Moore ilustra cada arquetipo como un triángulo. He aquí un ejemplo ilustrado del arquetipo del rey:
Arriba, el Rey en su plenitud. Abajo izquierda, el tirano. Abajo derecha: el alfeñique.
El Arquetipo del Rey
Las esquinas inferiores del triángulo representan la sombra de división bipolar en el ser arquetípico. El objetivo de cada hombre, de acuerdo con Moore, es conciliar e integrar estas dos sombras bi-polares para alcanzar la expresión más completa del arquetipo como se representa en la parte superior del triángulo.
Más aún, cada arquetipo tiene una forma madura e inmadura. Moore llama "Psicología de hombre" a las formas maduras de los arquetipos masculinos y "Psicología de niño" a las formas inmaduras . Los arquetipos masculinos maduros son los cuatro que ya hemos mencionado : el Rey, el Guerrero, el Mago, el Amante. Los arquetipos inmaduros son el Divino Niño, el Héroe, el Niño Precoz y el Niño Edípico. Cada uno de estos arquetipos inmaduros tienen la misma configuración tripartita como los arquetipos maduros. Todos ellos tienen su mayor y más completa expresión junto con sus dos sombras disfuncionales bipolares.
Antes de que un niño puede tener acceso el arquetipo del Rey debe desarrollar el del Divino Niño; antes de que pueda acceder el arquetipo del Guerrero, que debe desarrollar el arquetipo del Héroe. Y así sucesivamente.
Hasta ahora, esto es un montón para digerir. Suena complicado, pero si se ve la idea de Moore de los cuatro arquetipos masculinos y el desarrollo de la masculinidad inmadura a la masculinidad madura en un diagrama, puede ser más fácil de entender :
Extrema izquierda, de arriba a abajo, de izquierda a derecha:
El Rey en su plenitud. El tirano. El alfeñique. El Divino Niño. El Tirano de la Silla Alta. El Príncipe Alfeñique.
Centro izquierda, de arriba a abajo:
El guerrero en su plenitud. El sádico. El masoquista. El Héroe. El Gran Matón. El Cobarde.
Centro derecha, de arriba a abajo:
El Mago en su plenitud. El Manipulador Solitario. El "Inocente" que Niega. El Niño Precoz. El Sabelotodo Embaucador. El Tonto.
Extrema derecha, de arriba a abajo:
El Amante en su plenitud. El Amante Adicto. El Amante Impotente. El Niño Edípico. El Niño de Mamá. El Soñador.
Borde derecho (escala), de arriba a abajo:
Varón Maduro. Varón Inmaduro
En las próximas entregas, vamos a echar un vistazo a cada uno de los cuatro arquetipos y proporcionar sugerencias sobre cómo se puede desarrollar más plenamente en la propia vida. Aquí está un mapa de ruta de lo que viene:
- Arquetipos de infancia
- El Arquetipo del Rey
- El Arquetipo del Guerrero
- El Arquetipo del mago
- El Arquetipo del Amante
- Cómo entrar en los Arquetipos
Como se dijo al principio, los cuatro arquetipos masculinos de Moore pueden no ser para todo el mundo. Algunos de sus pensamientos e ideas están presentes. Sin embargo, te animo a mantener una mente abierta acerca de esto. ¿Por qué? Bueno, en primer lugar, creo que es útil y simplemente interesante aprender sobre una idea que ha tenido una gran influencia sobre la masculinidad en Norte América.
En segundo lugar, el marco Rey, Guerrero, Mago, Amante es una herramienta útil para ayudar a convertirse en un hombre mejor. Aunque no estoy de acuerdo con todo lo que Moore expone en Rey, Guerrero, Mago, Amante, personalmente he encontrado útil este marco en la exploración y desarrollo del varón maduro en mí mismo. Tal vez también lo hagas.
Aunque ser un hombre, en última instancia, se reduce a convertir los principios correctos en acciones reales, esas acciones deben venir de un lugar interior maduro y saludable, y estas ideas, cuando son producto de cuidadosa reflexión, pueden ayudarme a ir en la dirección correcta para convertirme en el mejor hombre que puedo ser.
Yo recomiendo conseguir un ejemplar del libro para poder seguirlo a medida que avanzamos a través de los arquetipos, ya que te permitirá entender más en profundidad si tu curiosidad se despierta. Además, me encantaría escuchar las ideas que has recogido durante la lectura.
Los cuatro arquetipos de lo masculino maduro:
Introducción
Los arquetipos de la infancia - Parte I
Los Arquetipos de la infancia - Parte II
El Amante
El Guerrero
El Mago
El Rey
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