Los Cuatro Arquetipos del Varón Maduro: el Amante
Por Brett
Fuente: Art of Manliness
Publicado el 10 de Junio de 2015
Traducido por Carlos Chocontá
Esta es la tercera parte de una serie sobre los arquetipos de la masculinidad madura basada en el libro Rey, Mago, Guerrero, Amante de Robert Moore y Douglas Gillette. Si no lo has hecho, se recomienda leer primero la introducción a la serie. Además, tenga en cuenta que estos mensajes son un poco más esotéricos que lo usual, y tienen el propósito de llevar a una cuidadosa reflexión.
En nuestros artículos previos de esta serie nos centramos en los arquetipos de la psicología infantil. En este artículo tendremos el primer arquetipo del varón maduro: el Amante.
Inicialmente pensé en seguir el orden de los arquetipos en el libro, empezando con el Rey y finalizando con el Amante. Pero Will, un miembro de hace tiempo de la comunidad de Art Of Manliness, sugirió cambiar esos lugares. ¿Por qué? Porque de acuerdo con Moore y otros Junguianos, cada arquetipo se empodera a cierta edad en la vida de un hombre. El Amante, como veremos, es el arquetipo de idealismo y emoción juvenil y es usualmente el primero de los arquetipos en desarrollarse. El arquetipo del Rey generalmente de activa de último, como culminación de los otros arquetipos. Pensé que era un buen método, y así lo haré. Gracias, Will.
Dicho esto, iniciemos el análisis del arquetipo del Amante:
El Amante en Su Plenitud
Cuando oigo la palabra "amante" generalmente pienso en romance o sexo.
Pero hay muchos tipos de amor, el amor por mi familia, mis amigos, mi dios, y por mi propia vida, y el arquetipo del Amante busca cultivarlos todo con pasión. El Amante es el arquetipo de la emoción, del sentimiento, del idealismo, y de la sensualidad. Como la palabra "amante", sensualidad es a menudo asociada exclusivamente con sexo, pero en realidad tiene una aplicación mucho más amplia. Ser sensual significa estar abierto y usar todos mis sentidos en todas las área de mi vida, tocar, degustar, oler, escuchar y ver, o en otras palabras, experimentar tantas dimensiones de la vida como sea posible, tanto como sea posible.
Así, cuando un hombre entra en la energía del arquetipo del Amante, se siente lleno de energía y vigor y conectado con el mundo y los que le rodean. Un hombre en contacto con el arquetipo del Amante siente profundamente, sean esos sentimientos de alegría o de dolor.
El Amante está en sintonía con las misteriosas fuerzas que subyacen a nuestra existencia cotidiana; este es el arquetipo que alimenta la espiritualidad del hombre, y en el que residen las musas. Cuando siento esos destellos de inspiración o chispas de la creatividad, es la energía del Amante manifiestándose en nuestras vidas. El hombre que toma tiempo para desarrollar este arquetipo experimentará esas corazonadas, intuiciones y premoniciones con más frecuencia que los hombres que no lo hacen.
Un hombre que ha desarrollado plenamente el arquetipo del Amante en su vida también es a menudo adeptos a la lectura de la gente y las señales sociales. Desarrolla empatía con los demás y entiende cómo llevarse bien y conectar con una amplia variedad de personas.
Debido a que el amante es tan animado y sensual, disfruta de todos los placeres de la vida, ya sea la buena comida y bebida, la belleza del arte, o de mujeres hermosas. Este es el arquetipo que estimula mi apetito. Pero estos anhelos no son sólo por los placeres "más bajos" como el sexo y la comida, sino por una vida de significado y propósito. Y en la búsqueda de la libertad para perseguir apasionadamente estos fines, el Amante puede ver los límites y reglas le restringen.
Es por esto que el arquetipo del Amante tiene una relación única con los otros tres arquetipos del varón maduro. Mientras que la energía del Amante busca ser ilimitada, el Rey, el Guerrero, el Mago proporcionan de estructura y disciplina al hombre. Por lo tanto, la pasión del Amante alimenta y potencia esas tres fuerzas vitales, y a su vez, ellas canalizan y aprovechan la energía del Amante de manera sana hacia metas dignas.
Se puede encontrar el arquetipo del Amante en mitos y rituales a través de las culturas y el tiempo. El dios griego Dionisio presenta quizás el ejemplo más sobresaliente. Dionisio era el dios del vino, la alegría, el arte, la pasión y el sexo. Sus seguidores creían que cuando un hombre estaba tan abrumado por la emoción que parecía loco, Dionisio era el culpable. El festival anual celebrado en su honor cada primavera era un ritual inspirado en el arquetipo del Amante: un montón de beber, mucho baile, mucho teatro y mucho sexo.
Una historia moderna que ejemplifica el arquetipo del Amante es Zorba el griego. Zorba es un hombre que vive la vida plenamente. Él es mundano. Le encanta la buena comida y bebida. Él baila con el corazón. Zorba entiende que para que un hombre sea verdaderamente libre, él tiene que tener una vida emocional profunda; él necesita un poco de locura.
Ese es un hombre que tiene una buena dosis del arquetipo del Amante en su vida.
El arquetipo del Amante suele ser el primero que se desarrolla en un hombre. Miro a la mayoría de los hombres jóvenes y veo que, a menudo, están gobernados por el apasionado arquetipo del Amante: buscando iniciativas nuevas y emocionantes, desarrollando intensas relaciones románticas y sexuales, y llenos de idealismo juvenil. Sus experiencias se caracterizan por una intensidad aguda.
Las sombras
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De arriba a abajo, de izquierda a derecha:
El Amante en su plenitud.
El Amante Adicto. El Amante Impotente.
El Niño Edípico.
El Niño de Mamá. El Soñador.
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Recuerda que cada arquetipo tiene tanto un pináculo, el cual representa la plenitud del arquetipo, y una fracción de sombra bipolar. Estas sombras son el resultado del arquetipo al no estar integrado en un hombre de una manera sana y coherente. Las dos sombras del arquetipo del amante son el Amante Adicto y el Amante Impotente.
El Amante Adicto
Si los otros arquetipos no aprovechan la energía del Amante, esto resulta en la sombra del Amante Adicto.
Un hombre poseído por el Amante Adicto es, como Moore dice, "eternamente inquieto." Él está siempre en busca de que una cosa, persona o experiencia le haga sentirse realmente vivo. Pero ya sea porque tiene expectativas demasiado altas, o porque ni siquiera sabe lo que está buscando, esa necesidad que le atormenta nunca se satisface.
El Amante Adicto se enamora de todas las chicas con quienes sale, y luego se revuelca en la desesperación cuando ella lo deja. Tiene constantemente ideas para inventos o negocios que le harán rico, pero nunca trabaja en ellos el tiempo suficiente para sacarlos adelante. Su apartamento está lleno de basura que compró por capricho y nunca usa. Su pasaporte está lleno de sellos, pero él no se siente más feliz de lo que salió de su casa para viajar por el mundo.
El Amante Adicto es un coleccionista de experiencias, posesiones o mujeres. Pero sin estructura, ninguna filosofía de vida para conectar las cosas que colecciona, su vida se siente fragmentada en lugar de completa. Sin un canal en el cual navegar, la energía del Amante se disipa en un millón de direcciones.
La otra cara de esta sombra es el hombre que toma toda la energía del Amante y la centra en una única cosa. Puede llegar a ser tan obsesionado con su objeto de su deseo que, en vez de traer alegría, trae destrucción y ruina. Tal vez usted conoce a un hombre que llegó a involucrarse tanto en un vicio, un proyecto o incluso una afición, que le arruinó económicamente y destruyó sus relaciones. Ese era un hombre poseído por el Amante Adicto.
Creo que Jay Gatsby de El Gran Gatsby (mi libro favorito, por cierto), es un ejemplo perfecto de un hombre poseído por el Amante Adicto. Él suspira por la acaudalada Daisy Buchanan toda su vida. Es adicto a la idea de estar con Daisy y pasa su vida amasando una fortuna a través de actividad criminal sólo para poder estar con ella. Pero al final, Daisy decepciona Gatsby. La verdadera Daisy se parece a la fantasía por la que Gatsby se había obsesionado por años. Si lees el libro, ya sabes lo que pasa con el viejo Jay Gatsby al final. Lección aprendida: estar poseído por el Amante Adicto lleva a la ruina.
El Amante Impotente
La sombra del Amante Impotente surge cuando un hombre está fuera de contacto con el arquetipo del Amante en su plenitud. Mientras que el Amante en su plenitud ve el mundo en colores vivos y texturas, el Amante Impotente sólo ve gris. Los hombres dominados por el arquetipo del Amante Impotente se sienten deprimidos, planos y muertos por dentro. Nada les trae alegría. Han perdido su pasión por la vida. Sus relaciones, ya sea románticas o platónicas, se complican y fallan para el hombre poseído por el Amante Impotente. La libido es inexistente en estos hombres, así como su vida sexual.
Mientras que el Amante Adicto no tiene suficiente estructura, el Amante Impotente puede surgir en un hombre que se disciplina demasiado. Esto es a menudo el caso con hombres devotamente religiosos, que, yendo más allá de las advertencias de su fe, se cargan a sí mismos con normas demasiado mojigatas, y sienten vergüenza cuando "caen" en los placeres mundanos. La energía del arquetipo del Amante se acumula detrás de un muro de límites, y sin un canal sano para continuar, tarde o temprano estalla en formas destructivas, como la adicción a la pornografía. El Amante Impotente se convierte en el Amante Adicto.
Acceso al arquetipo del Amante
Según Moore, el Amante es el arquetipo más reprimido y retrasado en el crecimiento de los hombres de hoy. Los hombres en Occidente no son animados a estar "en contacto con sus sentimientos." Como hombre, que se supone que debo estar fríamente separado de todo y todos. Pero los grandes hombres de la historia comprendieron que la emoción, debidamente aprovechada, es lo que impulsa a la grandeza. Los antiguos griegos llamaban ´thumos´ a esta pasión por la vida. Es un fuego interior que impulsa a un hombre a hacer grandes obras.
Así, tener acceso al arquetipo del Amante es vital para nuestro éxito como hombres. Pero, ¿cómo lo conseguimos?
La forma más sencilla de entrar al arquetipo del Amante es tomar más tiempo para disfrutar realmente de las cosas que traen placer a mi vida. El Amante Adicto está siempre buscando esa ensoñación que va a durar indefinidamente. Cuando se da la primer dosis de algo, ya sea una droga nueva, un nuevo lugar, un nuevo amorío, o un nuevo coche, su cerebro se enciende de placer. Pero el cerebro rápidamente se acostumbra a los mismos estímulos, y cada nueva dosis trae menos efecto. Así que el Amante Adicto toma una dosis más grande del estímulo para sentir el mismo placer que tuvo la primera vez. Pero nuevamente se acostumbra a la dosis. Y pronto el Amante Adicto amante queda atascado en un ciclo destructivo y la inquietud e insatisfacción lo acosan.
La respuesta para cortar este ciclo y aprovechar la energía del amante de una manera saludable es algo de lo que hemos hablado un par de veces antes: el cultivo de la virtud de la moderación y de estar completamente presente en mi vida.
En lugar de buscar más, dejo de experimentar las cosas que ya viví y lo hago de manera más profunda, utilizando todos sus sentidos. Convierto las pequeñas actividades cotidianas de la vida en rituales placenteros.
Por ejemplo, ¿me gusta beber café? Creo para mí mismo un momento para experimentar beber café relajada y lentamente un par de veces a la semana. Tomo una bocanada del aroma de los granos antes de molerlos, creo cuidadosamente la bebida en una prensa francesa, la vierto en esa taza que me gusta, y poco a poco la tomo, disfrutando el sabor.
Mastico los alimentos lentamente y realmente degusto los sabores. Disfruto tocar y besar la piel de esa persona en vez de sólo ir al acto, doy un paseo después de una llovizna y respiro ese olor fresco. Recuerda, el Amante experimenta tanto de la vida como le es posible, con tantos sentidos como sea posible.
Otra forma de acceder al Amante es participar en un hobby que me apasione, sobre todo los que involucran habilidades artísticas o artesanales. Es una prioridad en mi agenda dedicar tiempo a esa afición. No importa lo que sea. Mientras que me dé alegría, y me ofrezca una salida creativa, lo hago.
Un hombre que pretenda ingresar al arquetipo del Amante también debe hacer de la lectura un hábito de toda la vida. Sumergirme en literatura y escritos de una variedad de temas para estimular mi cerebro y darle algo para reflexionar aparte de la posibilidad de tener un sanduche de jamón o pavo para el almuerzo. Buscar conocimiento estimulará la capacidad del Amante para la imaginación y la inspiración.
Paso tiempo al aire libre, caminando y acampando. La naturaleza me ayuda a ponerme en contacto con las fuerzas misteriosas de la vida.
Y, por supuesto, puedo acceder al arquetipo del Amante haciendo tiempo para el romance. Planeo una cita sorpresa para su esposa o novia. No tiene que ser elaborado o costoso. Más aún, escribo cartas de amor a mi pareja o, si me siento particularmente inspirado, un poema de amor. Esto me da acceso instantáneo al Amante.
Además de las sugerencias anteriores, Moore también ofrece algunas técnicas para acceder a todos los arquetipos varoniles maduros más plenamente en nuestras vidas. Estas técnicas requieren lo que Moore llama imaginación activa.
Moore sugiere admirar y aprender acerca de los hombres que ejemplifican cada arquetipo. Para el Amante, puedo leer biografías y estudiar la obra de grandes artistas que admiro. Tal vez puedo pasar un mes estudiando la vida de Leonardo da Vinci. O si soy un fan de Hemingway, leer todas sus novelas.
Una técnica final para acceder a los arquetipos en su vida es "actuar como si" ya estoy accediendo a ese arquetipo en mi vida. Es la vieja filosofía de "finge hasta que lograrlo" de Aristóteles. Si siento como si el Amante Impotente ha tomado el control de mi mente y que he perdido mi energía y vigor, actúo como si fuera un apasionado por la vida y estuviese accediendo el arquetipo del Amante plenamente. Si el arte nunca me interesó, me obligo a visitar un museo y mirar el arte. Actúo como si estuviera realmente interesado y muy pronto puede que encuentre ya no tengo que fingir.
Los cuatro arquetipos de lo masculino maduro:
Introducción
Los arquetipos de la infancia - Parte I
Los Arquetipos de la infancia - Parte II
El Amante
El Guerrero
El Mago
El Rey
Labels: amante, arquetipos, art of manliness, guerrero, hombre, hombre moderno, hombre salvaje, iniciación, mago, masculinidad, mejor hombre, moderno, mujer, rey, ritos, robert moore
1 Comments:
ohhhh! Te cansaste de traducir en el guerrero...me he quedado con las ganas de seguir...en fin.
Gracias por tu labor!!!
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